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Los siete hàbitos indispensables para el èxito

Los siete hábitos indispensables para el éxito

El camino hacia la recuperación de la obesidad comienza cuando decidimos hacernos responsables de nuestro tratamiento.

Las personas que bajan de peso y se mantienen poseen una actitud de “hacerlo simple”. La misma que tienen aquellos que logran sobreponerse a otros desafíos de la vida: se concentran en el objetivo, se hacen responsables, logran tomar las riendas.

El camino hacia la recuperación de la obesidad -o hacia el control de la propia vida-, comienza cuando tomamos la decisión de hacernos responsables del propio tratamiento, de uno mismo. Es una senda que se transita de a poco, paso a paso, en estado de alerta, prestando atención, mirando alrededor pero sobre todo mirando hacia el interior de uno mismo. Se dice que "sabiduría es saber qué hacer, talento es saber cómo hacerlo, y virtud es hacerlo".


Para
Stephen Covey, autor del libro “Los siete hábitos de las personas altamente efectivas”, la clave está en la disposición a ver el mundo como si fuera nuevo, y tener la valentía de tomarnos seriamente la vida.

Covey identifica siete hábitos indispensables para lograr el éxito:

1. Ser proactivo. Siempre tenemos la libertad de elegir. Por lo tanto, no debemos vivir nuestra vida según el libreto que hemos recibido de nuestra familia, nuestra sociedad o nosotros mismos. En el caso del tratamiento para adelgazar, se trata de aceptar la responsabilidad de cuidarse en la alimentación y de mantenerse activo. En la vida cotidiana, es la capacidad de ser parte de la solución, no del problema.

2. Comenzar con el fin en mente: “¿Para qué quiero bajar de peso?”. Si tiene claro su objetivo final se pondrá al frente de su recuperación. Pensar a diario cómo quiere verse, imaginarse con menos peso y disfrutar de ese pensamiento es tan importante como cuidar qué come o cuánto se mueve. Lo mismo para disfrutar de cada día, aprendiendo a gozar de las pequeñas cosas. Tenga en mente que usted se merece lo mejor y que la construcción de su bienestar depende de usted.

3. Poner primero lo primero; primero yo. Es pensar “si yo no me cuido no me cuida nadie”. Por eso, primero yo, e inmediatamente después, mis seres queridos (no primero yo, segundo yo, tercero yo). Estar primero es dejar de postergar, ocuparse de las cosas que faltan en su alacena o en su heladera para cumplir con el plan de alimentación, o reorganizar su agenda para encontrar tiempo para el ejercicio. También lo es buscar momentos para el ocio y la distracción, hacer algo placentero en vez de dejar todo para mañana...

4. Cuestionar la premisa de que “para que yo gane alguien tiene que perder”. Es posible lograr acuerdos. ¿Tiene que delegar alguna tarea? ¿Necesita ayuda con las compras? ¿Le da fiaca ir a caminar solo? Negocie con su pareja, amigos, hijos. Ellos pueden ser grandes aliados en su objetivo de conquistar su bienestar de la mano de un menor peso y una vida más activa. Nadie pierde en estas negociaciones. Si usted delega tareas podrá organizarse mejor, lo cual se reflejará en un estado de ánimo más positivo y relajado.

5. Buscar entender y luego ser entendido. Si desea que lo escuchen, comprendan y respeten, empiece por hacerlo usted mismo con sus emociones y luego con las de los demás. No espere que su entorno comprenda todo lo que implica el tratamiento de la obesidad si usted mismo aún no puede ponerlo en palabras o llevarlo a la práctica. Lo mismo sucede con todo aquello que le resulta difícil o molesto: deje de adivinar lo que otros sienten o piensan, o de pretender que le adivinen a usted. Tener la mente clara y expresar sus emociones es el camino más directo y efectivo para lograr los cambios que se proponga.

6. Sinergizar. Es cooperar y no competir. Es aceptar que existe más de una mirada y respetar lo que otros opinan, aunque eso no cambie la dirección hacia donde usted marcha. En su tratamiento es respetar su decisión de bajar de peso a pesar de lo que otros piensen. En su vida cotidiana es aceptar que algunas cosas no salgan como lo espera o que las personas no respondan a sus necesidades y aún así saber hacia dónde quiere ir o qué quiere hacer.

7. Afilar la sierra. Es utilizar la capacidad que tiene para estar atento, hacer foco, concentrarse. En su tratamiento para la obesidad es poner en práctica aquellas herramientas que le permitan controlar las porciones, comer conciente, comprar con inteligencia. Es aprender a buscar alternativas posibles para mejorar la realidad que vive, allí mismo donde se encuentre, y estar preparado para los cambios.

Como ve, el camino hacia la recuperación de la obesidad y la vida misma tienen mucho en común. A veces es tan obvio y simple que pasa desapercibido. En ambos casos las decisiones que usted tome, los hábitos que ponga en práctica y sus elecciones marcarán su bienestar.

Dr. Alberto Cormillot